domingo, noviembre 30, 2008

CICLOS ETERNOS

Hoy iba a hablaros (porque siempre hay algo de que hablar) de cualquier cosa que roza mi piel y enciende la llama de mis dedos. Sin embargo, en esta mañana que aún no ha amanecido, en el que el frío se cuela por las rendijas y la oscuridad es todavía la reina en mis paredes, os voy a contar de las despedidas, pérdidas que enmudecen mi alma y me dejan consternada. Porque perder siempre significa arrancar de cuajo una hoja de tu árbol de la vida. Hoja que el tiempo hizo crecer y según la veías esponjarse, admirabas su belleza, acariciabas sus comisuras y sabías que empezaba a ser parte de tu tronco vital.

Ya no me encariño como antes, es verdad, y también es cierto que la escala de valores según vas pisando el calendario de tus días a veces varía y valoras otras cosas que antes no te eran tan esenciales. Sin embargo, la bondad y el duende que tiene la hoja que hoy se me va, posee esos valores que son “rara avis” en estos mundos de Dios por los que paseamos nuestras pisadas.

Desprenderme de una de mis hojas es siempre doloroso, me siento un poco huérfana de mis querencias y me quedo varada en algún arrecife mientras la tristeza llora la partida. En esos momentos me veo tan cobarde, tan niña desvalida, que me acurruco en mi árbol y abrazo su tronco todo lo que puedo. Este acto reflejo es, tal vez, lo único que puedo hacer cuando una de mis hojas del árbol de mi vida llega a su otoño y se desprende del él para caer a la tierra y devolverla su fertilidad.

Hojas, pendientes que adornan mi bosque de hayedos y arces, sois los pulmones que oxigenan mi camino.
Hoy, el frío y el viento desnudan mi árbol de una de sus hojas, y me gustaría cerrar los ojos y decirla “un hasta luego” en un atardecer en Laponia, regalarla “el blue moment”, la luz que se produce durante las tardes de invierno al tornarse en azulados los colores blancos…, porque ella, hoja de cerezo y avellano, álamo temblón, me bañó de su inmensidad.

15 comentarios:

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Mis queridos lectores y amigos: no penséis al leer este escrito que se me ha muerto alguien, no. Este escrito me lo ha inspirado nuestra Carlota, a la cual se lo dedico. Ella ha decidido deja de escribir, sus motivos tendrá. Y yo me he puesto a pensar lo huérfana que me deja porque en este mundo bloguero ella tiene un duende especial, rezuman sus escritos bondad. Vamos que son mágicos.
y como dice ella, un besuco para todos.

aapayés dijo...

Bellisimo.

Eso menos lo he pensado al contrario lo que me vino a la memoria es la imagen tuya acurrucada ante el árbol de la vida abrazándolo con esa esperanza y sonrisa que dibujo tan bello tu retrato...

saludos me gusto mucho...
saludos un abrazo inmenso lleno de ternura y solidario...

que tengas una buena semana

josé javier dijo...

Vaya, vaya, vaya.
Te entiendo perfectamente, y aunque no conozco a Carlota me imagino lo que sientes, es como si tú me dijeras que dejas de escribir. Yo sentiría lo mismo... Espero que eso no ocurra.

Me alegro que te gustara las conversaciones de mis figuritas del Belén. Estoy deseando sacarlas del cajón...
Y sí, recibí el dinero. ¿Recibiste tú el libro?
Un beso

Carlota dijo...

Gracias, MªAngeles, por este regalo tan hermoso... no dejo de escribir, sólo que seguiré haciéndolo como antes lo hacía, para mí, y cuando pueda y haya vuelto todo a un orden, supongo que volveré :), aunque seguramente pase bastante tiempo. No podré seguiros como hasta ahora, pero estaré aunque no me veaís. Un beso enorme, y no dejes de escribir y regalarnos tu belleza. Un beso enorme, o besucos :).

Buenos dias con Poesía dijo...

Pues seguro que para la primavera retoña de nuevo. Durante este año varias veces he tenido la sensación de abandonar porque como tu blog dice estas cosas son tan íntimas y personales que se puede caer en la trampa de ser un vendedor de sueños. Creo que la intimidad es nuestro tesoro más preciado y cuando se comparte y uno se rompe te sientes muy desdichado ante la indiferencia de algo que para tí es muy valioso y se cae en el peligro de victimear. Tú, Mª Angeles sueles ayudarme muchísimo en esos momentos duros.

Besucos y mucho ánimo para Carlota.

MRB dijo...

Me ha parecido una descripción bellísima del dolor de la partida. Ahora sé que está dedicado a Carlota. He bajado a leerte más abajo y me sorprende positivamente lo bien que escribes. Otro día pasaré a tus relatos; lo haces de maravilla.
Un abrazo,
Shanty

JOSÉ TADEO TÁPANES ZERQUERA dijo...

Hola Mari Angeles:
Este texto me ha parecido fascinante y fabuloso. Tienes un dominio de la palabra muy exquisito, y un corazón gigante en tu pecho. Me ha gustado mucho. Un abrazo:
Tadeo

Anónimo dijo...

No me gustan las despedidas. Lo paso muy mal en ellas. Será porque ya tuve demasiadas y porque mi corazón tiene tantas heridas, que no es el mismo de antes. Así que tu texto me dejó triste, porque me involucré en él. Mucho ánimo. Un beso grande y feliz semana. Por cierto, adoro la música que suena en tu página. ¡Qué gran versión del canon! Cuídate.

Unknown dijo...

Todo es afímero, vive para siempre lo que deja en el alma. Si la ausencia no es final es sólo espera.
A Carlota, un abrazo y a ti todos los que tengo en este mar.

Besos, amiga!!!

Jesús Arroyo dijo...

Acaso se ha convertido en un otoño sin vuelta o, tal vez, la primavera asome a estas ventanas.
Un beso.

El club de los Parados dijo...

te dejo una invitacion especial para ver la decoracion navideña del Club.
Una sonrisa
Nos leemos

Nómada planetario dijo...

Todos lamentamos el retiro de Carlota, pero como dirían los filósofos griegos nunca se pasa dos veces el mismo río, todo cambia. Tengo el presentimiento que el alejamiento de nuestra bloguera será como una Jarusi (sandía), vida que lleva vida (etimología del griego), semilla que volverá a brotar en otro momento.
Besos un poco enredados de filosofía.

María dijo...

A veces es bueno un tiempo de barbecho ...
Abrazos

MarianGardi dijo...

Preciosa prosa; me encantò leerte!!
Volvere ya soy adictay a emborracharme de palabras, nunca me cansaria de leerte.
Besos

El club de los Parados dijo...

me encanta esta entrada...tanto que o desaprovecho la oportunidad de releerla...
Una sonrisa