domingo, junio 22, 2008

GRAN HOTEL DE LA PAIX, Av. Rivadavia 1151 Buenos Aires

Cuando el tiempo sedimenta su poso y la memoria le da por pasear sobre sus paredes, ves, sientes, las vivencias más ricas, con una nitidez que hace de tu sensibilidad un ser etéreo y fascinante; y no es un logro tuyo sino de las experiencias que una vez viviste.

Hay ciertos lugares que dejan un sello de identidad especial dentro de ti y que rompen el caparazón de nuestra rutina para transportarnos. Seres que nos desnudan de tabúes para entregarnos a gozos elementales y sencillos como es una amistad.

Nunca pensé viajar tan cerca en el tiempo a un país tan lejano como es Argentina. Tampoco sospeché que me trajera de allí un sentimiento básico pero difícil en estos tiempos que corren como es la bondad de personas que antes de una fecha no existían para ti y que, sin embargo, ahora ya tienen un lugar de honor en tu vida.

Miguel es un hombre menudo, de gestos pausados y voz en calma que transmite cada matiz por nimio que sea.
Noemí posee una personalidad tímida, pero que en las distancias cortas se transforma en luminosa y el brío de sus conocimientos baña a quien la escucha.

Dicen que los lugares no se diferencian unos de los otros, y que lo que les hace únicos son sus gentes. Para mi Buenos Aires, además de mi amiga Cati, también serán Noemí y Luis Miguel. Gracias por ser como sois.

9 comentarios:

Carlota dijo...

Pues que maravilla haberte encontrado gente así. Por cierto, estás guapísima en la foto. Un beso!

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Sí, Carlota normalmente como dicen mis hijos, "Mamá tenemos suerte con los amigos"
... Y gracias por el piropo.
Más besines

Catalina Zentner Levin dijo...

¡Qué bueno que hayas visitado Buenos Aires!
Es una hermosa ciudad, ¿verdad? Y mejor si has encontrado buenos amigos.

PIER dijo...

Es reconfortante tener cerca este tipo de personas..
conocerlas y aprender a quererlas.. es una dicha grande
Ya que nace una amistad preciosa sin fronteras.
abrazos.

Maria Coca dijo...

Bonito homenaje. Y es cierto, hace unos días que he regresado yo de otro de esos viajes que te marcan. Y sobre todo, debido a quienes conoces allí. Creo que esta clase de encuentros son regalos inesperados que la vida nos hace. Y nunca deberíamos olvidarlos.

Besosss

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Gracias catalina por la visita a los tres blogs. Y sí, es una ciudad maravillosa, pero gracias a ciertas personas aún me lo pareció más.
Un beso

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

Pierina, bonita, buenas tardes. La amistad es un tesoro y si la encuentras dicen que hay que regarla asiduamente para que no se amrchite.
Un besazo y gracias por tu visita

Mª Ángeles Cantalapiedra dijo...

María Coca: te he echado de menos... así que de viaje, qué guay. Estoy convencida que es la mejor manera de gastarse las pelas porque la riqueza que te aportan te dura siempre.
Un besazo

CATI COBAS dijo...

Un honor lo que decís Ángeles. Cualquier día de estos voy a visitar a Miguel y a Noemí. Me has intrigado...Cati

Estás preciosa en la foto