jueves, noviembre 01, 2007

SIEMPRE


Cuando seas viejo, te quiero con sabor rancio pero gallardo. Independiente y eternamente gaviota. Parco, raspa y salado como tu mar.

Cuando tu piel se marchite y tu esqueleto se curve, deseo tu envoltura ácida aunque tierna en tu interior.

Cuando el tiempo rasque nuestras voces, sueño con oír tu susurro en mi tímpano.

Cuando las nubes fluyan a tus ojos, porque la edad todo deteriora, anhelo tu chispeante mirada de pícaro empedernido.

Cuando tus manos tiemblen, espero tu roce tibio sobre mi cuerpo decrépito, pues mi deseo por tu persona, no habrá tiempo que lo acalle.

En los albores de tu senectud… te estaré esperando.

4 comentarios:

Carlota dijo...

Qué bello esto que escribiste, MªAngeles, te las cojo prestadas (tus palabras) para dedicárselas a mi queridísimo. Un abrazo.

Anónimo dijo...

cuando el tiempo y la gente digan que eres vieja, yo diré que eres vida, y

amor

:-)

beso joven

santi

Francisco Méndez S. dijo...

hola:
Muy bueno y bello el poema
Saludos

Anónimo dijo...

Bellísima reflexión Angeles, creo que muchos deseamos eso.
Abrazos del mar.
Lola