lunes, agosto 27, 2007

CON BUENA LETRA...


Estas vacaciones han servido para reencontrarme con mi letra; nos habíamos olvidado una de la otra. Y es que el ordenador, mi infatigable compañero, hizo “plof” y con él volaron mis esperanzas de escribir a golpe de tecla. Me pregunto si me habrá engañado y él lo que quería de verdad eran unas vacaciones sin ser aporreado desde las seis de la mañana como es mi costumbre.

Mi letra y yo éramos unas perfectas desconocidas, así que cuando me puse a imaginar delante de una cuartilla, estuve tentada de abandonarla, ¡qué fea y desgarbada!
Claro, sin escribir con ella desde no se sabe cuándo, el bolígrafo y los dedos no hacían buenas migas. Mi mente, mucho más rápida, se olvidaba de la iluminación de los hados que, como su nombre indica, habían aparecido por arte de magia a inspirar una leve prosa y cuando mis dedos trataban de traducir, la idea se había volatilizado también por arte de magia..., un desastre de coordinación.

Pero lo peor ha venido después. Me he dispuesto, muy ufana, a pasar mis notas a Word y ahí me he encontrado con la madre del cordero, que es lo mismo que no entender su valido... Yo no comprendía a mi letra.
De nada me ha servido que me pusiera gafas, incluso he intentado leer al revés, como en las lecturas árabes... mi letra se me ha revelado como un autentico jeroglífico.
Si hubiera hecho como Miguel Delibes, reencontrarme todos los días con mi letra, otro gallo me hubiera cantado, pero no soy Delibes, tan sólo su paisana.
En fin, estoy feliz de volver a estar con vosotros porque eso significa que aún estoy viva y no me he olvidado lo bueno que es navegar por un mar de letras, sean en árabe o en un teclado legible.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¿Preguntaste a los topillos si tuvieron algo que ver? Me gustó tu artículo. Sea usted bienvenida.

Anónimo dijo...

Pues lo cierto es que nos han acostumbrado mal, ahora en el papel hacemos garabatos, pero lo que es indudable es que tú nunca te vas a quedar en blanco.
Abrazos
lola