Hay veces que, aunque uno no quieras ver, ves, y otras
que, a pesar de tener el corazón dormido, un tintinear de campanillas te
despierta dulcemente…
Ocho menos cuarto de la mañana, el día se despereza de la
bruma atascado entre coches y claxon desprovistos de sensibilidad. El autobús
trepa calle arriba como puede. Su bamboleo arrulla tus últimas neblinas hasta
que para en seco.
Un motorista monta en cólera y todo el mundo fuera del
bus a ver el lío que se ha desencadenado, menos yo que sigo pegada a la ventana
y mis ojos estrellados en tres hombres.
Uno de ellos parece estar en una nube, nada de lo que
pasa parece ir con él. Atusa a un caniche. Este le lame la cara y el rostro del
hombre rezuma gratitud hacia el animal; presiento que su soledad amaina con ese
cariño incondicional. Lo deposita en el suelo y veo que el perrillo va bien
abrigado con una especie de abriguito rosa con algo grabado en el lomo. Agudizo
la vista y alcanzo a leer “Me llamo Lola”. No he podido reprimir la sonrisa.
Otro de los hombres es bajito, tiene cara de ardilla y
nariz de payaso. Está enfundado en un plumas que abulta más que él y la cabeza
la lleva tapada por un gorro de lana. Tiembla a pesar de encogerse para repeler
el frío. Contemplarle es ir directamente a la ternura, palpar la indefensión.
El tercer hombre parece que perdió la brújula y no sabe
si va o viene. Habla solo, enfadado chilla al cielo y se remueve en la parada
del autobús como si un séquito de hormigas estuviera recorriendo su cuerpo. Da
lástima contemplarlo e incertidumbre comprobar que cualquiera puede terminar
como ese pobre hombre.
Los tres se ignoran a pesar de que estén pegados los unos
a los otros, no se necesitan… Tienen sus
propios mundos, sus propias cosechas de soledad, carestía, dolor y tristeza.
Sí, porque aún siendo tan opuestos, poseen ese denominador común de destierro y
melancolía en sus rostros. Perdidos en un asfalto sin otro calor que esperar
que pase la vida con el único abrigo de su piel.
… El autobús seguía parado y sin darme cuenta he visto
como mi cuerpo se levantaba, salía del autobús y daba un beso a cada uno de
esos tres hombres; me han mirado como una lunática.
Después, me he vuelto a subir al bus y he respirado
hondo; me sentía francamente bien.
3 comentarios:
¿Cuánto tiempo haría que no recibían un beso de un ser humano?
Si hay algo que me gusta en la vida es descubrir el mundo desde un autobús a primera hora de la mañana, me hace viajar a la adolescencia, cuando jugaba a imagimnarme las visas de los que veía en el bus.
He disfrutado mcuho con el relato, seguro que los rres han agradecido el beso.
Feliz martes.
Invest with 200$ and get a returns of 5,000$ within seven business working days.
Why wasting your precious time online looking for a loan? When there is an opportunity for you to invest with 200$ and get a returns of 5,000$ within seven business working days. Contact us now for more information if interested on how you can earn big with just little amount. This is all about investing into Crude Oil and Gas Business.
Email: investmoneyoilgas@gmail.com
Publicar un comentario