“Porque escribir es obligar a las hadas madrinas a existir” A. Grandes
Ayer soñé que veía la luz del invierno: recogida, silente,
melancólica. Según avanzaba el tren, el cielo se iba enturbiando y
cambiaba su gesto alegre de luz primaveral para suscribirse en la penumbra del
crudo invierno. La niebla volvía a oprimir el corsé y la tierra se veía
más fina, insinuante, íntima y muy personal.
En estas tierras apenas nieva, sin embargo la niebla es la
reina del escenario; aprisiona la realidad hasta convertirla en un sueño que
envuelve en plomo cualquier cuento mágico que se te pueda ocurrir. Aquí el
color del invierno es cenizo y, de vez en cuando, regala días en que el sol te
acaricia las sienes mientras el aire de escarcha hiela tus dedos.
Hoy he vuelto a soñar; he soñado que veía nevar y
fundirse el cielo con la tierra yerma y, mientras a unos este ambiente les
achica el animo, a mí se me afloja el alma, se me abre el corazón, como si
tuviera este ventanas y entrara el aire gélido despertando a la sensibilidad
adormecida, escondida y huraña desde aquel fatídico día en que la vida me
mordió un pedazo de mí misma, y se escapó corriendo para no verme llorar.
Sé que las cicatrices nunca se van, quedan ahí marcadas para no olvidar nuestra
propia historia escrita en lágrimas de azúcar y sonrisas eternas. Así este
sueño de copos blancos me ha despertado. Luego la niebla me ha envuelto es su
manto irisado mientras comenzaba de nuevo a caminar.
Se me antoja pensar que la vida es tropezar y tropezar, soñar y
soñar. Después, levantarte, llenar los pulmones y seguir hasta la siguiente
caída, hasta otro sueño, una y otra vez…
6 comentarios:
¡Hola!
Totalmente de acuerdo, eso es la vida, caer, levantarse y especialmente soñar.
Besos y unas palabras preciosas.
En esa luz de invierno la inspiración llega desde la entraña, donde se acomodan las hadas para impulsarnos a seguir adelante...
Mi abrazo y feliz semana, amiga.
La última vez que estuve en Valladolid también fue un fatídico día en que iba a enterrar a un ser querido. Y también estaba haciendo el tiempo que describes.
Un abrazo.
Desde luego la vida es eso, tropezar, soñar, levantarse y amar.
Besos
Desejo a ti, Mª Ángeles,um NATAL muito feliz e um ANO NOVO com muitas realizações.
Um beijo.
Pedro
Quizás y es cierto, lo que puedo decir es:
!me encantó lo que que leí!
Saludos y mis mejores deseos para el año por venir.
Esmeralda
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