Hoy es uno de noviembre… Un
camino de crisantemos, un camino de pensamientos a la sombra de un ciprés. Cada
uno recuerda a los suyos, les festeja en flores y el camposanto se convierte en
un jardín de primaveras otoñales…
Un recuerdo, una nostalgia y
he ido a por su imagen. He acariciado la pantalla del ordenador cuando pasaban
sus imágenes: ríe, fuma, se evade..., y me he quedado con esta foto, tan ella,
tan Marian.
Dicen que el ser humano sólo
muere cuando se le olvida.
Hoy he salido a pasear con
el perro y he llegado hasta la plaza; los puestecillos de
flores estaban repletos de crisantemos, y he sido capaz de verte detrás de la
bruma amarilla de esa planta herbácea, suspendida de la nube negra que aún
tintineaba agua.
Nietzsche sostenía que la
grandeza de una persona se medía por la cantidad de verdad que era capaz de
soportar, y tú, mi querida amiga, respirabas grandeza; tus silencios eran una
forma más de hablar, de expresar tus sentimientos. Añoro tanto tu compañía que,
aunque ya no duele tu ausencia, no sé cómo llenar tus huecos. Hay días como el
de hoy que según camino voy ordenando tus recuerdos, los poemas que marcaron
los caminos de tus sueños y, a veces, cuando temo que tu imagen se fugue de mis
ojos, evoco tu sonrisa, tus ojos colgados en cualquier nube.
Los amigos son irrepetibles,
ninguno sustituye a otro, mal que nos pese, para que la nostalgia deje de
abrazarnos.
Tratamos de vivir por ti,
aunque hay momentos que lo que estoy viviendo tú jamás lo aprobarías porque
eras mujer de sosegada calma, de susurros a media tarde, de corrillos pequeños,
pero sé que sabrías disculparme porque ante todo eras mujer de bondad, y de
tratar de comprender los deshilachados entresijos de una persona.
Cuando tu luz se apagó y te
crecieron las alas de ángel, supe que siempre estarías ahí, mi chica de la
playa de Arnía, velando por todos, sonrojándote por mi caradura, conteniendo la
risa, y que nunca desaparecerías de nuestras vidas.
Tu amiga del alma hoy lleva tu pesada mochila, y yo trato de que
tu estrella siempre ocupe el lugar que la corresponde porque… el ser humano
sólo muere cuando se le olvida y aquí te recordamos cada día.
8 comentarios:
Qué bonito que cuando te has marchado haya alguien que te recuerde tan bonito.
Un abrazo.
! Que duras son las pérdidas de seres a los que seguimos queriendo !.
Un beso
Preciosa carta a una amiga que ya no está. Se cruza con mi sentimiento y recuerdo a mis seres queridos. Hago mías tus bellas palabras. Gracias.
Un fuerte abrazo.
No sé por qué me viene a la cabeza una frase: no sabes lo que duele no tenerte. Es un verso de un poema que le escribió una persona que conozco a su madre.
Besos de Reina
Uf qué triste, pero a la vez qué bonito que te recuerden así, como bien dices solo se muere uno cuando le olvidan.
Besos y muy feliz jueves.
Emocionante recuerdo el que nos traes hoy, querida amiga.
Muy bonito.
Besos
Hola, solo vengo a saludarte, he vuelto aunque aún no estoy repuesta, espero no estar ausente tanto tiempo y contestar los comentarios como hago usualmente.
Después de tanto tiempo sin visitarte, espero que hayas pasado bien el verano.
Besos, feliz semana.
Olá, Mª Ángeles!
Gostei muito desta tua crônica. Como sempre, uma mostra de teu talento.
Un beso, querida amiga.
Pedro
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