lunes, julio 17, 2017

COSAS, OBJETOS, TRASTOS, CHISMES…

A veces los objetos poseen vida propia, aunque sea inanimada. Puede ser materia y, sin embargo, hablarte.

Así es mi mesa de jardín. Creo que cuando fui capaz de distinguir, ella ya estaba delante de mí para hacerme gratos esos momentos menudos de la vida cotidiana.
Como cualquier anciano, cojea, se agrieta, pero resiste los envites con soberbia dignidad.
Hoy me ha contado que tal vez este sea su último verano, y que la podía designar a otros usos más pausados. Me he quedado mirándola hasta hallar una pregunta o varias.

-Mesa, ¿cómo voy a escribir a media tarde sin ti, ¿quién me va a dar mejor cobijo para mis lecturas?, ¿y mis desayunos al sol tibio del alba?, y esas copas nocturnas mientras la música mece el verano?

He sentido que me ha mirado con la humildad de lo inanimado tan lleno de servidumbre, con la consistencia de saberse un simple instrumento y que su destino está en mí.
He acariciado sus patas deshechas, su rostro redondo de luna llena y he sentido la sonrisa de la materia posarse en mí.

Sí, tal vez pienses que estoy loca, pero las cosas que aprecias, te hablan.

7 comentarios:

Macondo dijo...

No seré yo quien piense que estás loca si tu mesa de jardín no lo piensa. Y aunque estuvieses un poco zumbada, bendita locura.

SALETA dijo...

Hay ya mucha gente que piensa que entre un animal y un ser humano no hay diferencia esencial.
Eso ha llevado a los grandes filósofos orientales a rechazar los sacrificios animales desde la época de la Historia Antigua.
Un paso más nos llevaría a no encontrar diferencias básicas entre lo humano y el resto de la materia, sea esta sólida líquida o gas.
Pero eso parece ser un paso demasiado grande, solo comprensible para los que pensamos que esto que llamamos "vida" es mera ilusoriedad; algo así como un sueño o una película.
Desde esta óptica, todos las apariencias son absolutamente iguales, ya que no existen verdaderamente. Por ejemplo, tu mesa.
Besos, amiga.
(Mi primer cafelito ya ha caído a tu salud)

Laura. M dijo...

Nos hablan y se las quieren...Hazle un reciclado y seguirá contigo muchos años más.
Besos.

Marigem dijo...

Qué bonito. Las mesas de jardín son nuestra inspiración muchas veces. Besos.

Mª Jesús Muñoz dijo...

Hago mío tu escrito, M.Angeles...Muchas veces he pensado que las cosas que nos facilitan la vida tienen alma y están ahí para ayudarnos, como esa mesa de jardín y tantas cosas...
Mi abrazo y felices días de verano.

Pedro Luso de Carvalho dijo...

Olá, Mª Ángeles.
Gostei muitíssimo desta bela crônica. Também eu me dou conta de que muitos objetos inanimados, que usamos no nosso dia a dia são providos de vida. Lembro que até poucos meses tínhamos um geladeira grande, já com alguns anos, e que num belo dia trocamos por uma geladeira moderna, com alguns dispositivos eletrônicos, que chama a atenção quando deixamos sua porta aberta etc. Então passei a chamar a geladeira nova de Mariazinha. E ficou. Certos objetos têm vida para nós.
Um beijo, Pedro.

marisa dijo...

Me ha gustado mucho. Estas líneas me han metido de lleno en esa vida de atardeceres de letras de vinos de sensaciones.....eres genial...