Hay días y días y hoy es de esos días que
despiertas con la sonrisa pegada a tu piel marchita de ayeres…
Me ha despertado con esa dulzura tan suya cuando
desea dejarse sentir. Después, se ha hilvanado a mi ventana para darme la
bienvenida un día más y, sí, me he sentido reconfortada entre las sábanas
nocturnas, perezosa y hasta dichosa por abrir mis ojos a una luz tierna de
amaneceres, a un candil tímido de frambuesas y he vuelto a cerrar los ojos, a
ocultar mi rostro en mi almohada de sueños…, he dejado que me acunara un poco
más su sonido cadencioso.
Me ha vuelto a llamar con la energía de unos pulmones de recién nacido, y he esbozado una sonrisa de quien se deja acariciar por un pequeño e inofensivo placer hasta que un trueno ha revotado en el cristal y he saltado de la cama, abierto la ventana y su suave manto de lágrimas mojadas me ha dicho ¡Buenos días!
4 comentarios:
Hasta la lluvia me gusta contada por ti.
Esa lluvia con matices de tormenta nos produce variedad de sentimientos, realmente es como un niño enfadado, que descarga su llanto y se va calmando poco a poco...Muy bueno, amiga.
Mi abrazo y feliz finde, M.Angeles.
Pura prosa poética, querida amiga. Me conmueven siempre tus letras. Yo siempre te escucho porque es un auténtico placer para los sentidos.
Un beso.
Me encanta oirla Mª Ángeles y más oler ese olor a limpio que deja cuando cesa. Aquí hoy está también el celo color gris.
Buen domngo.
Besos.
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