jueves, marzo 16, 2017

16 DE MARZO

“Muere lentamente quien no arriesga lo seguro por lo incierto para ir detrás de un sueño” P. Neruda

Me he despertado cuando las sombras retiraban los velos de la noche y el cielo se convertía en un tibio amanecer de rosas difuminados. Y me he acordado de ella, de mi madre, mientras iba dando tumbos por el pasillo. “Ahora se habrá encendido la radio” Me he dicho  “Seguro que no sabrá ni lo que dicen, pero unas voces se escaparan de esa cajita pequeña que guarda bajo la almohada para hacerla sentir que ahí fuera hay vida, que la soledad no se ciñe a su cintura, y un día más habrá en su libro de vida”
He abierto mi rutina diaria y escanciado un café con leche y he visto en mi memoria cómo ella toma el café: humeante, a pequeños sorbos mientras pierde la vista en la nada. Después, he ido a mi mesa, esa tabla donde coso sueños con la atenta mirada de una aguja.” Sí, hoy no escribes, te toca coser y descoser” me ha susurrado una voz y mis ojos se han ido a un calendario y he visto señalado con un redondel el número 16 y me he vuelto a acordar de ella, de mi madre.
…Recuerdo cuando me preguntaba “¿Qué haces que estás tan callada?” Y yo la contestaba “Escribir, mamá, sigue haciendo punto y calla” “¡Ay, hija, qué ganas de perder el tiempo!”
Madre, si pudieras centrar tu cabeza, sabrías que hoy coso un sueño a una nube, seguro que te sentirías orgullosa de ver volar a tres mujeres descosidas por un cielo incierto.
Madre, cómo me gustaría hoy tenerte a mi lado y yo poder apoyar mis miedos en tu pecho. Tu hija, sí, madre, vuelve a arriesgar y vestir un nuevo color para no morir lentamente. Cómo me gustaría que guardaras y sellarás, si viene al caso, mis incertidumbres, esa ansiedad que hoy vapulea a mi perenne sonrisa. Pero te vas consumiendo en la llama del olvido y no puedo sino abrazarte y volcar mi ternura en ti.
El móvil ha pestañeado y me he encontrado que alguien me envía un poema…

“Muere lentamente quien evita una pasión y su remolino de emociones. Aquellas que rescatan el brillo en los ojos y los corazones decaídos” P. Neruda

7 comentarios:

Ambar dijo...

Muy hermoso lo que has escrito. Siempre que llegan los momentos de incertidumbre y de miedo volvemos la vista buscando a nuestra madre.
Besos

Mª Jesús Muñoz dijo...

Esas raíces y esa savia están ahí, dándote fuerza y ánimo, amiga...Espero que, todo salga bien y respires tranquila.
Mi abrazo y mi ánimo.

Terly (Juan José Romero Montesino-Espartero) dijo...

Qué bonitas palabras le dedicas a tu madre, querida amiga.
Te siento tan cerca de ella que me invitas a pensar en la mía y en sus manos entrelazándose con las mías.
¡Ay! las madres... ¡que tendrán las madres!...

la MaLquEridA dijo...

Tengo un buen amigo cuya madre tiene Alzhaimer. Me lo has recordado. Ojalá no borres nunca tu sonrisa.


Un abrazo

Laura. M dijo...

Precioso recuerdos Mª Angeles. Como las añoramos cuando ya no están.
A mi padre también le tocó. y es tiste verlos morir lentamente y no poder hacer nada....que cierta es la cita de Neruda.
Te dejo este enlace

http://asimegustaelmundo.blogspot.com.es/2012/02/alzheimerel-mal-de-nuestros-dias.html

Buen fin de semana.
Besos

Pedro Luso de Carvalho dijo...

Olá Mª Ángeles.
Essa tua bela narração começa e termina com citações de Neruda, e depois, ainda no início, tu dizes: Me he despertado cuando las sombras retiraban los velos de la noche y el cielo se convertía en un tibio amanecer de rosas difuminados.. Recordações doces de tua mãe, transmitidas também de uma forma doce. Parabéns.
Um bom domingo.
Um abraço.
Pedro.

Beatriz Martín dijo...

Escribes con el alma y un senitmiento donde logras que viaje contigo y tus recuerdos que bello y ese final con Neruda ha sido mágico gracias, un beso desde mi brillo del mar