“Cuando seas viejo, te quiero con sabor rancio pero gallardo;
independiente y eternamente gaviota. Parco, raspa y salado como tu mar. Cuando
tu piel se marchite y tu esqueleto se curve, deseo tu envoltura ácida, pero
tierna en tu interior. Cuando el tiempo rasque nuestras voces, sueño con oír tu
susurro en mi tímpano. Cuando las nubes fluyan a tus ojos, porque la edad todo
deteriora, anhelo tu chispeante mirada de pícaro empedernido. Cuando tus manos
tiemblen, espero tu roce tibio sobre mi cuerpo, pues mi deseo por tu persona no
habrá tiempo que lo acalle.
En los albores de tu senectud… te estaré esperando, te estaré esperando siempre”
En los albores de tu senectud… te estaré esperando, te estaré esperando siempre”
Final del capítulo V de "Sevilla...Gymnopédies"
5 comentarios:
Preciosa declaración de amor. Besos
Sencillamente precioso.
Qué preciosidad, Mª Ángeles :)
Besos.
Un final digno de enmarcar en la memoria y recordar siempre con el corazón, amiga.
Mi felicitación por este post rotundo y amoroso.
Mi abrazo y mi cariño.
uuuuff un final lleno de amor infinito ese arroparlo uuufff precioso sentimiento, bella prosa un abrazo desde mi brillo del mar
Publicar un comentario