Diario de una novata
XVIII
1 de marzo, 2016
¡Pffffffffffffff! Es
lo primero que he pensado nada más abrir el ojo a este primer día de marzo.
Para ser positiva me he dicho “Muñeca, ya llega la primavera”, y mi otro yo ha
dicho “Pero antes hay que pasar por el 9 de marzo” ¡Qué ceniza es la otra parte
de mí!, con un corral de pollos y gallinas en su estómago que sólo come
espárragos porque no la entra nada, así que como el espárrago es diurético,
todo el día en el baño. Allá ella, lo malo es que no me deja sola ni un
momento, me la llevo a todas partes, una cruz como otra cualquiera.
Ayer terminé con
cara de metro, para arriba, para abajo y vuelta a empezar, muchas escaleras
subiéndolas y bajándolas para hacer ejercicio. La de la dieta del espárrago se
quejaba. Claro, solo comiendo espárragos, pues las defensas las tiene
indefendibles, menos mal que con el editor la que hablaba era yo, la
esparraguera estaba silente y acojonada detrás de mí. Comprobé que ser editor
es muy estresante. Me daba lástima de él, y lo que me preocupaba es que
confundiera mis asuntos con otros que se presentaban de improviso y, al final,
en vez de haber escrito Sevilla…Gymnopédies, pusiera que había hecho un estudio
sobre Cervantes, aprovechando que es su año. No es que me importara pero de
Cervantes sé lo que estudié en la carrera y para aprobar, vamos, lo justito, y
del Quijote las setecientas veces que lo empecé hasta que terminé leyéndolo en
una versión para niños de doce años.
Preparamos a galope
las diferentes presentaciones, Madrid, Valladolid, y Sevilla, pero si hay que
ir a Huesca o a Lugo, por decir algún lugar, yo voy a dar mi espich porque creo
que ya me sé, no es seguro, eh, las nociones básicas para hablar en público.
Sí, del dicho al hecho hay mucho trecho, pero eso lo veremos el día 9. Ahora lo
único que deseo fervientemente es estar rodeada de gente ese día, sí, mucha,
cuánta más mejor, así me sentiré querida, comprendida y apoyada… He leído que
si por algún casual la emoción se me escapa por alguna rendija, hasta pareceré
más humana, no una locomotora del AVE.
¡Pffffffffffffff!,
estos días estoy fumando tanto que parezco una chimenea en pleno invierno
echando humo, pero tiene sus ventajas desde que los fumadores nos han puesto a
hacer la calle. Hablas con todo bicho viviente, yo hasta con los perros que
aparcan a la puerta del bar sus amos mientras ellos se toman el cafelito de
turno. El otro día estuve con personajes de lo más variado, desde el que me quería
vender unos cangrejos a precio de costo, hasta uno que no creía en la vida y se
iba a Vietnam a ver si encontraba su otro yo. Ya le dije que el mío aunque me
vaya a la China va conmigo a darme el viaje hablándome de los peligros que
supone estar en un país comunista. Mi yo cenizo no caya ni debajo del agua.
Luego también hablé con una propia que por lo visto se sentía tan española que
se desabrochó un poco la camisa para enseñarme que su ropa interior es de los
colores de la bandera. Solo le pude contestar “Muy interesante”, hubiera
querido decirla que la bandera mía la llevo en el corazón, pero la propia en
cuestión se la notaba muy impetuosa y temí que malinterpretara mis palabras y
llegara con un ojo con los colores de la bandera republicana al día nueve de
marzo por el puñetazo que me diera. “Discreción y prudencia” me dijo mi yo
cenizo, y le hice caso, “Estos días hay que evitar riesgos inútiles”, me volvió
a recalcar.
¡Pffffffffffffff!,
me voy a teñir el pelo; lo tengo de dos colores y he leído que para
presentaciones lo mejor es el monocromo.
Mafallllllllda, ¿me
tiñes el pelo?
1 comentario:
Dile a tu yo cenizo que el 9 de marzo vas a estar "divina".
Besos
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