El 7 de enero solía
estar de vacaciones y me encantaba ir de rebajas. Salía de caza mayor y volvía
con las mismas compras año tras año: un pijama o una bata, unos zapatos o un
bolso. Cuando el estrés me obligó a dejar de trabajar porque me bloqueaba constantemente,
dejé de salir el 7 de enero pues era incapaz entre tanta mujer, tanta locura
colectiva, discernir qué era más conveniente si pijama, zapatos o algo absurdo
caído en el suelo. Entonces cambié los hábitos e iba días después donde el
campo de caza no estaba tan saturado, dedicándome a revolver montones de chismes bien colocados
y dejarlos todos desordenados. Era, es, un placer que no sé explicar, pero ver
volar camisetas, jerséis, pañuelos, entre mis manos, era, es, una provocación de
optimismo y sonrisas en mi ánimo que no quiero renunciar.
Anoche decidí que
hoy saldré después de tres años en las trincheras a ver qué pasa. Puede ser que
vuelva con el rabo entre las piernas pues la aglomeración me deje "pallá” y
huya asustada a mi campamento para que mi compañero de viaje me atuse mientras
unas lágrimas rebeldes se escapen de mi ánimo al comprobar que aún muchas
situaciones me bloquean. O puede que vuelva triunfante con unos zapatos
imposibles que mañana descambie. Pero lo que no puedo hacer es quedarme sin
caza por miedo, por cobardía, por inseguridad. La vida es riesgo, es lucha, es
fracaso, o es triunfo, quién sabe, pero quedándome escondida nunca lo sabré.
Las rebajas son como
la vida misma: disfrutar del chollo menudo que otros no saben ver.
5 comentarios:
Eres una valiente.
Yo no voy a un día de rebajas ni loco...
Eso es imposible de soportar.
Besos.
Me había olvidado de las rebajas. Pues habrá que ir a mirar los chollos.
Besos de Reina
Jajaja, me encanta esa manera tuya de disfrutar como niña traviesa, poniendo patas arriba con aire burlón: camisetas, jerseis, pañuelos...
Y me emociona esa valentía para encarar los miedos e inseguridades en este nuevo año que se abre ante ti.
Además te envío un abrazote de los grandes y "sentíos" como dicen en Sevilla.
Es cierto que la vida se refleja en los chollos menudos; pero sobre todo porque son más fáciles de abordar en nuestra vida cotidiana. Los grandes son de uvas a peras y es memos frecuente mirarse en ellos.
No creo que haya nadie que no tenga los suyos, cuadren o no con los nuestros. El caso es que cada cual se vea en todos esos "espejos" propios e incluso vaya siguiendo su imagen por cualesquiera otros menudeos, aunque no sean tan chollos. Por desgracia, hay momentos del día que parece que vamos como autómatas. Que de todo tiene la existencia.
Besos, amiga.
Espero que te haya ido bien y estés contenta, tras esa lucha, tras tu valentía. Hay que proponerse retos siempre, constantemente.
Feliz Año, amiga.
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