lunes, enero 04, 2016

ALAS DE MARIPOSA

Cierra los ojos y despliega tus alas…

Viajar no es ir a la caza del sol, el exotismo o la cultura, sino romper con la rutina, con el tormento diario que a veces se convierte nuestra propia existencia.

Viajar es descifrar la música bajo el ruido de una calle desconocida, acoplarse a las costumbres ajenas.

Viajar es abrir el alma a corrientes foráneas que inundan nuestros pulmones de aires nuevos, extraños y mágicos. Es oxigenar nuestra mente, y hacer que sea más condescendiente, rica y pura.

Viajar es desvelar ante sí aspectos de uno mismo que permanecen catapultados por la cotidianidad.

Viajar es dar rienda a nuestras inhibiciones, ensueños y sensaciones. Los colores se perciben más fuertes. Los olores penetran más hondo, desgranando aromas sensuales y envolventes. El gusto retoma el sibaritismo dormido de todo ser. El tacto percibe la fibra invisible del grano de arena.

Viajar es el lujo no permitido a mentes estrechas y enrarecidas de lo no conveniente. Es saltar barreras interpuestas en nuestra querencia interior… Es dar alas  de mariposa a nuestros sueños más íntimos, es llenar el vacío que alguien dejó. Es rejuvenecer, quitarse dioptrías que oscurecen las luces de la vida.

Viajar Es parar el reloj mundano y encender la llama interior donde la prisa no tiene hábitat, y sí el segundo más sentido.

Viajar es ver nacer el alba con la pausa de la agenda acelerada. Es volver a la luna llena de un romanticismo perdido.

Viajar es recordar que estás vivo, que en tu mano aún cabe un soplo de aire que te acerque a la costa de un mar en calma… Porque, como dijo Alberti “El mar cabe en una sola ola, y no hace falta pensar en el océano sin límites para sentirlo recogido, íntimo y completo”

3 comentarios:

Maripaz dijo...

¡Precioso!
Me has volar de tu mano con un cúmulo de sensaciones nuevas a la hora del viaje.
¡Gracias y un abrazo bien grande!

TORO SALVAJE dijo...

Si, viajar es todo eso aunque cada vez la globalización lo esté destrozando.
Imagino como debía ser viajar hace 80 o 100 años... cada ciudad debía ser un mundo diferente.
Hoy las mismas tiendas, la misma ropa, los mismos móviles, colas inmensas y todo visto ya anteriormente por televisión, cine o fotografías... una pena.

Besos.

miniaturista dijo...

Te he conocido por el blog de Mari Paz, persona que admiro y tus comentarios me han hecho buscarte, y me alegro, Viajar..... que precioso escrito.
Un abrazo
Maite