miércoles, diciembre 30, 2015

DOCE MESES, DOCE ESPERANZAS

Es muy probable, seguramente que en tantos años que apilo en mi mochila personal ya lo haya intentado, pero mi memoria es tan frágil como la vida de un pez en una pecera casera que, si lo pienso bien y doy la vuelta a la tortilla, es positivo pues esos despistes mentales hacen que me enfrente a las circunstancias, a los hechos, con ilusión, como un reto nuevo.
¿De qué estoy hablando? Hablo de deseos, deseos más o menos tangibles, retos medianamente alcanzables, realidades susceptibles de modificar, de cambiar, de mejorar.
Cada persona tiene unas vivencias, unos hechos que han marcado sus pasos, unos sueños, algunos sin cumplir, y comenzar un año más, esa oportunidad que se da a los seres vivos, es una buena excusa para intentar, luchar, trabajar por esos devaneos sentimentales, aquellos sueños que aún perduran dentro de ti, por poner a prueba tu voluntad.
Doce sueños, doce causas, como aquel anuncio de televisión, ¿por qué no intentarlo? Nuestros cuerpos pueden arrugarse, el tiempo los marchita pero, ¿y nuestras cabezas, corazones, espíritu, ánimo? Ellos son nuestros motores, nuestra otra edad. La edad es un grado, la experiencia de la singladura a través de décadas de éxitos, fracasos, renuncias, alegrías, pérdidas y tristezas, debe llevarnos por la senda de la esperanza, de creer que aún hay muchas cosas posibles y que debemos empeñar nuestra voluntad en que así sea y, cuando vuelva a llegar otro 31 de diciembre y veamos que nada ha cambiado, que no fue posible aquello en lo que te empeñaste. No sucumbas. Renueva tu esperanza, levántate y continúa andando.
Sé que todo esto son palabras y las palabras se las lleva el viento, y lo único que queda son los hechos, constancia de nuestras obras. Entonces, edifiquemos, hagamos, actuemos.
Todo por no perder la esperanza, nuestra sonrisa.

¡Feliz 2016!

4 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Bonitas palabras.
Hay que hacer que no se las lleve el viento.
Y eso depende de nosotros.

Besos.

SALETA dijo...

Ay, que no sé qué decir, jaja.
Las cosas salen como salen, y no hay vuelta de hoja. Diez mil causas concurren para que se dé un suceso. No nos paramos a pensarlo, pero su origen es así de multifactorial. ¡¡Cómo para que yo me considere autor!!
Pues no... Ni activo ni pasivo.
Los deseos que tenemos para el año próximo unas veces coincidirán con lo que realmente suceda y otras no.
Fíjate... De pedir, yo pediría aumentar mi capacidad para ir acogiendo lo que venga.

Un beso, amiga.

El collar de Hampstead dijo...

Estoy de acuerdo contigo : manos a la obra!

Feliz año nuevo,pongamos todo de nuestra parte para que así sea!

Besos y buena noche.
; )

María dijo...

Totalmente de acuerdo! Es cuestión de actitud ante la vida y los retos que nos presenta a cada momento.
Un abrazo y ¡Feliz 2016!