¡Madre mía, madre
mía! Qué bajo he caído. Nunca lo pude sospechar que yo pudiera hacer lo que
hice anoche. Ese refrán que nos dice que nunca digamos de este agua ni
de coña beberé…, no lo digas que te bebes la jarra entera. Os cuento…
Había terminado, a
Dios gracias, de dar la cena a mis hombres, cuando me senté suspirando aliviada
que la faena del día, por fin había terminado. Me senté en una de las sillas de
la cocina y de pronto me encontré con el mando de la tele en mis manos. ¡Craso
error! Nunca te dejes tentar por lo más fácil y cómodo, caerás, anda qué caes,
como una mosca.
Si el otro día
terminé con el coletas, alias, Sr Iglesias, anoche concluí el día con la
princesa del pueblo, es decir, doña Puri
y la Esteban mirándose de tú a tú. Que sí, hijos, sí, nada menos que me metí en
la casa del gran hermano vip, como si no tuviera suficiente con la mía.
¡Qué tomate!, de
repente veo en la pantalla a mi otro yo (el choni, si no, no me lo explico) allí escuchando a unos y a
otros, criticando a unos y a otros, haciendo peña con unos, enfrentándome con
otros, ¡Ah!, y lo mejor, llorando a más llorar, con ese sentimiento que a veces
nos surge de nuestras entrañas y pierdes el control sobre él.
Allí había de todo,
como en la viña del Señor; me identifiqué con tres concursantes nada más verlos.
Uno, un tal Sandoval, un hombre maduro que ha sufrido lo suyo. Un buen día
salió del armario con todos los miedos del mundo por el pánico que le provocaba
ser distinto a la masa y, por lo tanto, no ser aceptado socialmente y, lo peor,
no ser querido. Para colmo el hombre se casó y el contrario fue un fiasco de
tomo y lomo; el único cariño sincero hoy
en día es su perro por el que se muere por ver, besar, achuchar…
El segundo personaje
que me fascinó, digno del diván de un psiquiatra, fue Kiko Rivera. Un chaval
con demasiados traumas, con una dependencia brutal de su madre, un tanto mal
criado y que no ha madurado; sigue siendo ese niño que lucha contra la
popularidad a la vez que la aborrece, pero que no puede vivir sin ella. Es un
buen chico, pero carece de personalidad y se deja arrastrar por lo más granado
de los bajos fondos (esto es cosecha mía)
Y Por último, tenía
delante a esa mujer coraje, reina del cuché hortera y friki, pasto de las
llamas televisivas, que es la Esteban. Vulgar, soez y analfabeta. Sin embargo,
la antítesis de esos tres adjetivos tan fuertes, tiene a su favor que la tía es honesta, va de frente y tiene un
grandísimo corazón; lo palpé anoche.
Estos tres personajes,
como el resto que no he nombrado, todos sufrían un dolor común: no sentirse
queridos y a veces no aceptados por los demás. Sinceramente me identifiqué con
ellos plenamente en estos dos aspectos… ¿Quién alguna vez no ha sentido que no
le aprecian, que no le valoran, que pasan de él mientras a otros les quieren,
les valoran, les aceptan, les bailan el agua sin haber hecho ni la mitad de
méritos que tú? Ser sinceros, haceros
esta pregunta íntimamente… Incluso habrás experimentado ese pellizco de envidia
por el que tienes frente a ti, por lo
que ha logrado, por sus cualidades, aptitudes y actitudes… ¡Venga, hay que ser
sinceros! A los demás podemos mentir, incluso ir de lo que no somos, pero sé
franco con tu yo más íntimo y personal.
Mi gente pasaba por
la cocina y me decían “¡Pero Mami qué haces viendo eso!” Pero mi perro y yo
seguíamos enfrascados en esa metamorfosis de claustrofobia, incomunicación,
desamor y rechazo… El perro bostezó y despertó a mi yo de siempre, a doña Puri.
Apagué la televisión
y, cuando me metía en la cama pensé “Puri no eres tan choni y no has perdido el
tiempo. Has ejercitado la empatía, y la sinceridad contigo misma. Cualquiera de
esos personajes que tanto detestas y críticas, alguna vez has sido tú”
¡Buen fin de semana, amigos!
1 comentario:
Bravo!! Estaremos de acuerdo en que el programa deja mucho que desear... pero aplaudo tu capacidad de empatizar con todo el mundo, me cautivaron tus palabras con el tema de Catalunya hace un tiempo, realmente me sorprendió simplemente el hecho de que alguien intentara entender el sentimiento de muchos por aquí, el otro día con el sr. Iglesias lo volviste a hacer y hoy ya... A tus pies!! jajajaja
Mª Ángeles, doña Puri, ME ENCANTAIS!!!
Un abrazo!!
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