Cuando llega
verano siempre me acuerdo de Ibiza, Formentera o Menorca; no sólo por los recuerdos adorables de sus
calas, del agua turquesa, de los mercadillos deliciosos, caballos menorquines
de una estampa elegante como acorde al paisaje donde han nacido, las risas
desenfrenadas con mi amiga Pilar… Pues, además de todo eso, hay algo en la
esencia de estas tres islas que me caló tan hondo que cuando llega la época
estival mis ojos reproducen con exactitud la luz de sus puestas de sol y sus
chiringuitos chill ut en cualquier punta de una cala, en una playa, en una
esquina. Velas, farolillos, techumbres de paja, jaimas de vuelos sinuosos sus
cortinillas albinas, sofás blancos,
sillones cómodos, mesas bajas, todos los complementos mirando al infinito, a la
masa de agua salada que se balancea al ritmo de un sonido de samba, a susurros
de agua, una música que te traslada al mejor de los bienestares del ánimo como
del espíritu.
Lo añoro, claro
que me gustaría volver, pero como lo tengo tan grabado, su recuerdo vivo me
traslada allí cada noche de verano que se presenta tranquila, de aire callado y
temperatura agradable como la de ayer… Sin darme cuenta, mis manos se ponen a
reproducir un chiringuito de luces tenues, asientos cómodos, velas tímidas, un
vino fresco y el susurro de una música que invita a la conversación, a la
calidez de las voces de los amigos que ponen su sello personal. A veces hablo,
pero otras no puedo, la observación de sus rostros me lo impide. Sus caras me
hablan de que están a gusto, que he conseguido un objetivo pequeño y sin
importancia, pero que en mi espíritu se ve bañado de su placidez, y que el
ambiente creado por la remembranza
isleña exhorta a desinhibirse, a sonrisas agradecidas y alegres, a reflexiones
sobre temas de lo más variopinto. Y, si al final, cuentas con algún amigo que
toque la guitarra, cierro los ojos mientras suena un bolero, una música de película
o una canción italiana…, y siento que estoy en una playa de arena menuda
mientras el mar balancea mi ánimo más exultante.
2 comentarios:
hola ma.angeles, tanto tiempo!!! veo que sigues lo más bien. A disfrutar de tu verano, por Uruguay hace mucho frío jaja
Lindo volver. bss
Suerte que tienes de disfrutar de esos lugares tan especiales con solo evocarlos en tu mente.
Hoy coincidí con una exministra del PSOE en una playa de por aquí. Guardé una distancia prudencial, por lo que pudiera pasar. El chiringuito más próximo estaba un poco desangelado y la carta, como para que entrase Chicote y los pusiera firmes.
Besos con sabor a horchata.
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