Cae la tarde en el
valle de Cabuérniga. Hace rato que el sol, cobijado entre nubes tan cenizas
como negras, ha dado el último esplendor a las ramas de los árboles que yacen
esqueléticas en un mar de sombras. Al rato, esas nubes amenazantes han cumplido
su propósito y han comenzado a rociar el valle de agua tan cristalina como la
que recorre el río Saja. Allí los sonidos son limpios, relajantes, acordes con
su entorno. Las tres últimas vacas caminan lentamente con su cencerro dando la
última nota sonora de la tarde. Una es pinta, la otra cobriza y, la última, del
color de la paja tierna, tan tierna como su mirada abobada. Las casas
blasonadas de Sopeña, iluminadas por farolas colgantes de luz amarillenta,
retoman el misterio y el señorío de antaño; más de uno al mirarlas de reojo ha
visto, por alguna ventana, la sombra de un fantasma; la verdad es que en aquel
rincón del planeta la imaginación se releja tanto que bulle en su clarividencia.
Da de sí para charlas alrededor de una mesa de roble en una cocina mientras se
guisa, alguna baila mientras corta patatas, otra hace piruetas con la
espumadera como batuta, otra inmortaliza el momento, otros hacen confidencias
entre dos amigos que se reencuentran después de años. Toman un vino y, mientras
lo saborean, se cuentan cómo han ordenado su memoria para reconstruir su propia
historia, cómo han vencido a sus fantasmas particulares…, cómo han cambiado. Los
deportistas observan la raqueta de Nadal… Y así transcurren las horas en ese
paraíso que se torna dorado en otoño mientras te pierdes entre bosques y
riachuelos, paseos por caminos abandonados mientras tus pies se rodean del
fruto del castaño, pisando la hoja marchita, y un perrillo disfrutando de la
libertad que da esa soledad… Silencios y espadañas, risas y susurros, miradas
cómplices, pensamientos positivos…, y la lluvia bañando la buena amistad.
3 comentarios:
Un escenario idílico, descrito con la maestría que te caracteriza.
En cambi yo llevo una tarde de perros con la obra de al lado.
Besos ahora que se han ido.
El otoño inspirador te ha cautivado, y ha nacido de tu bella prosa un texto muy bonito.
Amiga
Sin duda eres de las mejores escritoras que tengo el placer de seguir, aun cuando no puedo seguir el ritmo de tus publicaciones cada vez que lo hago mi admiración por tu arte crece. Hermosísimo texto pleno de imagines y calidez.
Un abrazo fuerte.
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