Allí estaré como cualquier tarde al replegarse la luz.
Me encontrarás siempre en ese bar de la esquina encendido de humo, aroma a barrica y a pisadas sin rostro.
Allí me verás entre sus paredes trajeadas de tiempo pasado y grietas sin escape, sentada en una vieja mesa mechada de golpes de dominó y huellas de susurros sin acabar.
Si no tienes nada mejor, vente. Soñaremos sumergiéndonos en esa línea perfecta y plateada en la que se funde el sol con el mar y el horizonte lineal. Me ofrecerás una copa mientras paladeamos el sabor de la tolerancia en nuestras voces cascadas de no hablar, de no entender. Nos escucharemos mientras las volutas de humo nos envuelven en sus brazos hasta difuminar la realidad que no nos sirve.
No lo olvides, te espero en el bar de la esquina. Iré vestida de despiste y una flor de azahar en el ojal recordándome que en primavera la vida renace de nuevo.
6 comentarios:
Dan ganas de ir...
Besos.
Para soñar..
Un abrazo
Con mis saludos fraternos..
Que tengas un feliz fin de semana.
Qué interesante encontrarse en el bar de la esquina. Siempre la esquina nos dio más oportunidades de huir de la realidad indeseable si se presenta. No sé que diría un lacaniano al respecto...
Un abrazo en el bar de la esquina, pues los abrazos son menos traicioneros que los besos si son afectuosos...
Bueno, ya no será una conversación intima sino más bien de un gran barullo por todos los que estamnos llegando.
Un abrazo
Esas citas en el bar de la esquina, encierran la belleza de la amistad, por eso son siempre especiales sin dar paso a la rutina.
Me gustó.
En el bar de la esquina ,nadie te dirá que no.Precioso texto.
Abrazos guapa.
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