jueves, noviembre 10, 2011

ESPACIOS INTERIORES


Hay gente que decide salir a la vida e, incluso, encararse con ella, a pecho descubierto o con chaleco antibalas.
Otros, sin embargo, no pueden o no quieren, y observan el mundo desde su ventana particular.
Desde esas ventanas de cristales emplomados, sucios o limpios, se ve la vida doméstica, vidas apacibles o en gresca constante. Amores compartidos, celos y hasta odios.
Son fragmentos de vidas que se cuelan por la ventana. Se asoman para mostrarnos que las apariencias engañan, y que la imaginación del hombre vuela libre y así se hace una composición a ritmo trepidante, decadente o arrítmico de los espacios interiores ajenos.
Luces que se asoman a nuestras ventanas como ojos cíclicos de la viveza o anorexia de gentes de ahora, de ayer…
Sí, hay veces que respiramos a través de las ventanas de otros llenando nuestros huecos de espacios íntimos de otros.
Quién no ha mirado alguna vez hacia una ventana escrutando y soñando en su interior… Nueva York es una ciudad de espacios interiores inusual; no hay cortinas, persianas que cieguen; allí se expone sin temor, sin pudor. Tal vez la intimidad está dentro de cada neoyorquino y no colgada de una ventana.

2 comentarios:

la-de-marbella dijo...

Que bonito. Has creado una imagen muy acertada sobre la intimidad. Eres de las personas con las que me sentaría a charlar horas. Besos Amiga y si, creo que esta en el interior.

Maria Coca dijo...

Sí, la intimidad es una cuestión muy interesante. Qué bien lo has expresado...


Un abrazo.