lunes, febrero 21, 2011

TRAS EL CRISTAL AHUMADO DE LA MEMORIA

En mis ausencias, me viene a la fragilidad de la memoria recuerdos que creía perdidos, pero tan sólo estaban dormidos en algún rincón. Se despiertan a veces por el olfato, otras por la luz… Mi mano se sujeta a algún familiar y me arrastra a los cafés de mi niñez envueltos en aroma tostado y clientela con sombrero calado hasta las cejas y bigote de bisturí.

Con ceremonia desposeída de cualquier teatralidad, se desembarazaban de su ornamenta y escondían sus ojos tras un periódico.

Un anís y un puro. Un café y un vaso de agua; todo despendía de la hora… Lo recuerdo entre brumas de un ahumado tabaco difuminando aquellos paisajes costumbristas de cualquier café de provincias.

Mesas de mármol, sillas de madera,y camareros haciendo acrobacias con una bandeja. Inmaculadas chaquetillas y pantalón de etiqueta. Pelo engominado de donde se escapaba su psicología al comentar el partido del domingo. Su carraspeo delante de los enamorados para no interrumpir el requiebro de un beso…

Y es que tras el cristal ahumado de los recuerdos todo se te sirve en copa de un cava caramelizado. Escenas que se nos antojan, a veces, que cualquier tiempo pasado fue mejor.

11 comentarios:

goyo dijo...

Sigue siendo mi pluma dorada. Te saludo.

Maripaz dijo...

Muy bien descrito el ambiente de un antiguo café...hasta entiendo tu nostalgia, con la que está cayendo...
Besos

MarianGardi dijo...

Bello relato descriptivo.
Siempre creemos que el tiempo pasado es mejor, mientras nos perdemos de vivir el presente que es el nuestro, no hay otro!!
Un fuerte abrazo amiga y cariños

aapayés dijo...

Que gusto leerte... se suele decir casi siempre eso..


Un abrazo
Saludos fraternos..
Que tengas una buena semana.

Unknown dijo...

Ummm nostalgias de tiempos pasado,
sinceramente ninguna, no dejo ni tres minutos a la nostalgia, es mala consejera..

prefiero el aqui y ahora por muy duro que resulte..

besos me alegra tu vuelta.

Anónimo dijo...

Sí... Y hasta creo que conocí ese café y en él estuve.

Al margen de esto, una cosa y por favor: Nunca dejes de escribir. Es una válvula de escape a corazón abierto.

Juan Julio

Juan Antonio ( Amaneceres mios) dijo...

Crei percibir el aroma de un cafe recien hecho y pude ver el humo de un cohiba flotando en el ambiente.Como siempre,magistral...Besos del Sur

Maria Coca dijo...

Resulta curioso cómo somos capaces de recordar escenas que pensábamos desterradas de la memoria. Y tú lo haces de una forma muy emotiva.

Besoss

Loren Simón dijo...

Entusiasmada en tu blog.
Te invito a que me conozcas y conozcas mi rinconcito "LETRAS EN EL AIRE".
Gracias y un abrazo de corazón

Rosa dijo...

No dejes de escribir ni describir paisajes interiores, es hermoso leerte.
(Nos debemos una tarde en un café -sin mármol, con cigarrillo, si quieres... para ver pasar a la gente-)
Un abrazo

Buenos dias con Poesía dijo...

Tiempos de un humo que si hacía daño no importaba...