Me embelesa mirarla cuando la niebla la tapa; adivino lo que hay tras ella, gustándome sentir el frío que trepa por mi cuerpo y oler el aroma húmedo y, casi siempre helado, impreso en su piel añeja.
Por el aire flota perdido el humo dolorido de la leña braseada; me recuerda a las palomas cuando ascienden al infinito y el hombre queda pegado a la tierra añorando a su paloma.
Además, esta noble tierra en invierno posee una impronta espiritual, de epifanías dolientes y mudas. Es grandioso mirar a Castilla porque en ella descubres sus palomas invernales.
Castilla honda, Castilla blanca, castilla gris, laboriosa y honrada, hoy tienes nombre propio: Eduardo. Ser humano bondadoso y fuerte como la tierra que te vio nacer. Hoy los tuyos sienten en el corazón el frío hielo de tu ausencia pues elegiste un día de enero para volar junto a tu compañera. Ella hacía tiempo que te esperaba, pero el destino quiso que te se quedaras junto a tus seis polluelos…
Eduardo era un hombre bueno, bueno de verdad, amante de lo justo y de los suyos… como Castilla.
La tierra, a veces retorcida, empinó el camino de Eduardo; demasiadas piedras, tan malas hierbas… Así también es Castilla. Pero él jamás cejó en su empeño dando ejemplo a quienes le rodearon; jamás falló…, como su tierra.
De Castilla vienen poetas y trovadores. Reyes y condes, pero también palomas invernales que, sin ruido y con humildad, engrandecen a esta tierra castellana.
8 comentarios:
Que homenaje tan hermoso le has escrito.
Besos.
Castilla es hermosa, y de esto no hay la menor duda; pero toda España, indivisible y hegemónica, es tan embriagante como el amor sublime de un excelso hombre.
Con cariño.
Juan Julio.
Angeles si vas al blog del Encuentro entras y te anotas.
Soy yo la que organizo el Evento
http://ivencuentrodepoesiaenred.blogspot.com/
Tienes el enlace en mi blog arriba en la derecha.
Anímate que lo vamos a pasar muy bien.
Precioso. Aunque a mí, el invierno me deja tieso. O sea, hibernando.
Besos, Rubia.
A Eduardo si le llega el Adsl gratis, cosa que no duda se le llenará la carpeta de la emoción con este recuerdo tan humano que le dedicas.
Besos junto al crepitar de las cepas de olivos andaluces, con mis puñeteros virus claro.
Muy Bonito, cuanto sentimiento
Marián
Gracias. Has hecho que me emocione. A él, le hubiera encantado leerlo....
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