Ambos pegamos la nariz al ventanal y observamos cómo la niebla cristalizaba en un nuevo día. Sus ojos caramelos se había convertido en dos pistachos sonrientes y su rostro el de un niño asombrado de encontrase con ese velo blanco en el que se tejió su niñez.
He bajado pronto a la chopera con el perro, temía que la niebla se esfumara por el sol cálido que estos días nos acompaña. Ha aparecido entre los árboles un enorme perro; he cerrado los ojos y su ladrido me ha recordado al tauteo de un zorro.
Sin duda hoy es un lunes con duende en una ciudad en el que el ruido margina a la imaginación.
11 comentarios:
Y sin embargo yo en Galicia, tengo sol. Parece imposible, pero no llueve.
La niebla me gusta verla en los cuadros, en las fotografías, pero me fastidia mucho cuando conduzco.
Claro que esta tuya tiene un fondo poético, y eso la hace aserquible.
Hace tiempo que no veo niebla.
No me gusta.
Prefiero que no aparezca y poder ver la realidad.
Besos.
Niebla y frio..
verdad??'
cuando no pasas por mi blog, te echo de menos, no por sumar un comentario mas, sino por que en verdad te aprecio,llevamos juntas casi desde el principio y eso es un hito en internete..
Besitos
A mi también me gusta la niebla, sobre todo en la playa cuando no es muy densa y deja entrever la realidad envuelta en un halo de misterio.
Feliz año, con retraso. Me había propuesto levantarme del sillón, en el sentido de tu post anterior y me ha cogido una gripe que estoy para quedarme en la cama. Me he resistido y esto no se acaba nunca.
Un besazo
Es verdad que la niebla invita al misterio, donde las sombras cobran una mágia especial. Lo has descrito de una manera muy bella.
Els post anterior
Sí, porque una de las misiones que tenemos los que pretendemos hacer algo de arte, es la comunicación, despertar inquietudes, contar nuestra forma de ver la vida.
De éste...
Y sin duda, los campos en flor y a la luz del sol, son preciosos, pero la belleza tb se encuentra en la oscuridad, en la opacidad, en la penumbra... en la boria, como decimos aquí (niebla).
Sí, el Domingo pasado me levanté de dormir en un sofarillo. descorrí las cortinas y allí, ante mí, la belleza de los almendos sin flor sumergidos en la boria, impactó en mi retina... y hasta hoy... Lástima que no tuviera a mano una cámara de fotos.
Besibrazos.
Gracias por compartir ese bello momento con nosotros. Resulta mágico imaginarlo a través de tus letras.
Besoss
Uf la niebla, vi mucha cuando viví en Zaragoza, junto con el Cierzo, ninguno de los dos me gusta, sin embargo de la niebla sobresale tu relato.
Un fuerte abrazo amiga
Estas nieblas y su solecito a mediodía han provocado que coja un buen cargamento de virus, salgo con la bici abrigado sudo al subir el puerto y en la bajada me quedo hecho un pajarito.
Besos al "laíto" de la estufa.
Después de tanto tiempo, veo con agrado que vuelves a la escritura y lo que representan las pequeñas cosas en una chica grande. Las pequeñas cosas son las que llevas como equipaje por la vida. Y la chica grande, de corazón y alma, eres tú, amiga mía.
Un abrazo muy, muy sentido.
Juan Julio.
Si, puedo ver el duende en tus palabras que convierten la niebla en un montón de imágenes que vale la pena atesorar. Abrazo
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