La libertad comienza cuando uno es consciente de sus propias limitaciones. Cuando un no es la respuesta para que nuestras alas aleteen a su horizonte más próximo. O, tal vez, se es libre siempre y nosotros nos empecinamos en poner cadenas a la libertad propia y ajena.
Quizá, jamás seamos libres sino esclavos de nuestras apetencias y egoísmos.
Hay gente que nace esclava y con el tiempo se convierte en gaviota. Y hay quien siendo gaviota, se corta las alas.
Podrán intentar robarnos la libertad, probablemente lo logren y encarcelen nuestros pies, corten nuestra lengua y cieguen nuestros ojos, pero jamás podrán anegar nuestra mente, libertad de pensamiento y espíritu; éstas vuelan libres dentro de nosotros aunque no nos dejen expresarlas.
PD. foto cedida por Rafa Rúiz... Gracias, Rafa, por obligarme a escribir.
10 comentarios:
Menos mal que todavía no pueden encarcelarnos la mente.
Si pudieran lo harían.
Besos.
Sabía que nadie como tú le podía sacar este provecho a la foto. Atinada reflexión la que planteas.
Un abrazo desde la merienda con borrachuelos.
Feliz gaviota en su vuelo.
Aprendamos a volar.
Animo Angeles; nos haces falta!!
Un fuerte abrazooo
Hola chica..
que te pasa???
estas cansada de escribir.. en los blogs.. te echaba de menos.
y bueno.. yo en esta reflexión considero que lo mejor es aceptar la pequeña parcela de libertad que tenemos, sea la que sea.
Besos
En la época que nos ha tocado vivir, ya no se sabe qué es eso. Más de uno se desespera por un cigarrillo, por un cubata, por algo que ve en un escaparate y no puede comprar... Las cadenas son variopintas.
Pero, para mí, la argolla más difícil de romper (porque yo creo que viene de fábrica) es la opinión que los demás tienen de uno. Y no somos libres mientras arrastremos esa bola.
Yo creo que nos la llevamos puesta al cementerio.
Ahora me lo explico todo: resulta que andabas a vueltas con el tema de los temas, la libertad.
Ay, amiga... ¡Mira que ya me tardabas!
Te mando unos besos para que los mojes en el café por la mañana.
Un cormorán (los de la foto) jamás robaría el pescado a nadie. Una gaviota sí, a quien pueda si puede.
Gracias a Rafa por obligarte.
Me causa una satisfacción especial doblegar mis apetencias por servir en mi familia, en mi trabajo, es entonces cuando me siento libre porque soy capaz de responder al compromiso que he asumido por encima de mi mayor enemigo: yo misma.
En contrapartida a lo anterior, soy tremendamente rebelde cuando alguien me impone algo a la fuerza.
Un abrazo querida amiga
Es bonito que algo tan elemental que, casi todos sabemos, nos lo recuerden de vez en cuando, como tú ahora, y cómo no, ton tu forma tan bonica de escribir. Ya sabes que soy un incondicional de tus "Intimidades Personales"
Gracias por volver por aquí.
Besibrazos (besos + abrazos)
LIBERTAD ES VOLAR LEJOS BESITO SGAVIOTA
Como bien dices, la libertad es un don. Y cuánto nos gusta esclavizarnos...
Besos grandes y felices fiestas.
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