viernes, agosto 28, 2009

MI JARDIN

Mi jardín no es bonito, pero esto a mi madre no se lo puedo decir porque me empieza a contar por enésima vez que mi padre contrató en sus tiempos al mejor paisajista jardinero de Valladolid para que lo hiciera, y yo calladamente insisto en que no me gusta. Es grande, desgarbado y los árboles hacen carrerilla por ver quién llega antes al cielo sin dar sombra.
Sin embargo, al poco tiempo de estar casada, mi marido hizo sus pinitos y plantó Madreselva que hoy crece frondosa y alocada; en tardes de verano su aroma se acerca sinuosamente hasta mi nariz haciendo las delicias de mi instinto olfativo.
Por otra parte, siguiendo el sendero de la naturaleza, decidió poner dos graciosos Tamarindos que emergen su color malva maravilloso justo cuando yo no estoy y que cada junio mi vecina me da las gracias por esa vista tan colorida que yo no veo, pero que ella amablemente me describe.
Delante de la casa plantó un dedo de Dios, conocidos vulgarmente por Cipreses. A mí estos fulanos me recuerdan a los cementerios y poco a la Toscana como él hubiera deseado.
Además, y para que ningún familiar se quedara con las ganas, llegó mi abuelo y plantó un manzano que no sé si baila el Twist o el Rock and Roll, pero cada día está más torcido y da unas manzanas que dejas los piños como quieras comerte una. También plantó un ciruelo; éste con los años cada vez da menos ciruelas aunque comiéndolas, vas al baño sin ningún problema.
Y por último, yo no iba a ser menos, así que metí la mano y mandé plantar dos arbolitos; ninguno sé su nombre original así que decidí llamarlos de alguna manera. El primero se llama Esmirriado. ¡Qué lastima!, en cinco años su tronco ha crecido lo justo tirando a menos, y calculo que al año le nacerán una docena de hojas, a cual más fea.
El segundo, se llama Coqueto. Tiene un trocó anoréxico que se cimbrea al son del viento, y una copa graciosa y muy redondita cuyas ramas y hojas van y vienen como las da la gana. Eso sí, tiene la deferencia de dar flor cuando su ama está. Son flores diminutas de un rosa intenso; está en este momento plagado de ellas. A sus pies, como si la armonía no fuera con él, han crecido infinidad de Margaritas silvestres amarillas.
Y como colofón, la casa está envuelta, no en papel de celofán, sino de doña Hiedra que la tengo que hacer constantemente la peluquería si quiero abrir las ventanas.
¿Queréis un café, vinito fresco de mi tierra, tal vez una copa en mi jardín? Os advierto que es una delicia aunque este jardín insista en decir que no me gusta.

18 comentarios:

TORO SALVAJE dijo...

Seguro que está muy bien tu jardín.
Ademas tener un jardín grande es un privilegio, un regalo.
Disfrútalo.

Besos.

inés dijo...

¡Que dificil es encontrar el jardín ideal!
Por eso a mí me gusta el tuyo...soy debuen conformar.
A ver cuando organizas una copa blogera y conseguimos darle lo que le falta.Mtx bss

Anónimo dijo...

Tengo la sensación de que la Naturaleza siempre me acoge; aunque sea artificial. Seguro que a mí me parecería maravilloso, porque no hay jardín que no me guste. Y más después de la descripción que has hecho, que ha sido la idónea para que el lector imagine.

Yo, al menos, cervecita que es la una del mediodía, jeje...

Besos.

almacatamarcana dijo...

Hola Rubia, sabes? Te has olvidado de una flor en ese, tú jardin.
Eres tú, linda.
Un beso amiga

MarianGardi dijo...

Angeles, los jardines son como las personas, todos diferentes, pero todos tienen su belleza.
Un fuerte abrazo, enviame un correo por fa y dime como has hecho para quitar el chisme ese que sale cuando dejan un comentario en mi blog? No tengo ni idea!!
Besote grande y me alegro mucho de tu regreso de vacaciones, espero que hayan sido Super

MarianGardi dijo...

Ya creo que he conseguido quitarlo, no me habia fijado que lo dice en configuracion en la pestaña de comentarios.
Desde luego es mucho mejor, mas practico y rapido.
Mil gracias!!

Unknown dijo...

Mª ÁNGELES, tú erees la maravilla..me puso muy feliz tu jardín y t regreso.
Un beso muy grande de tu amigo REL
Muchas gracias

Antonio dijo...

A los que vivimos en la ciudad nos encanta reencontrarnos con la naturaleza. Si tenemos una casa con jardín mejor que mejor, si no un patio como el mío tipo andaluz, con flores, plantas, árboles y parras. Allí está mi refugio, allí escribo hasta las tantas de la noche bajo la luz de la luna, rodeado de la vida verde de mis plantas. Al lado, mi bodeguilla me ofrece una copa mientras tanto para hacer volar mi imaginación y liberar mi mente de ataduras, la música me sirve de fondo.
Disfruta de tu jardín, pues las plantas nos atan, con sus raíces, a la tierra, de donde surge la vida, mientras el asfalto nos aísla…
Un afectuoso saludo

Senior Citizen dijo...

Vengo en son de paz, pero a defender con uñas y dientes los cipreses, parte indispensable de mi paisaje urbano. ¿Alguien se imagina el Albaicín visto desde la Alhambra sin cipreses?

¡Larga vida a los cipreses! Amén.

MRB dijo...

Insistes en que no te gusta, pero no puedes vivir sin él... ¿cierto?

Besos.

PIZARR dijo...

Pues no es por nada pero ese jardin que has descrito tiene todos lon ingredientes para que me guste.

Al parecer cada uno de los moradores ha ido dejando su sello en ese jardin y seguro que la mezcla ha resultado ser muy acogedora.

Un beso

Emilio dijo...

Aunque no te guste el jardín, seguro que se está muy bien en alguna de sus sombras.

¡Venga ese vinito fresco!

Saludos.

Micaela dijo...

Hola MªAngeles, te recibo con los brazo abiertos y nunca mejor dicho, aspirar la paz de ese jardín tuyo. Seguro que es divino. Un besazo.

María dijo...

Tus árboles tienen nombre, juegan al pilla pilla, lucen personalidad propia y viven rodeados de madreselva y salvajes margaritas ... tiene que estar bonito. Aunque tú insistas en que no te gusta.

Un abrazo.

Luis y Mª Jesús dijo...

Pues a mí me gusta tal y como lo has descrito y huelo la madreselva. Anda, disfruta y olvídate del asfalto madrileño un ratito.
No me seas perfeccionista ni gruñona, que este blog no es Lola y ni tu ni yo somos perfectas ¿o no?.
Muchos besos

Pilar Moreno Wallace dijo...

He terminado por ceder a mi jardín el derecho de decidir: un poco salvaje, algo desordenado y con una presencia de "estar por casa"; ahora es un jardín felíz. Creo que también el tuyo lo es de gran manera.

nfer dijo...

Vengo a defender los jardines de verdad, con o sin cipreses.
Los jardines "diseñados" entre todos los que pasaron por la casa.
Los jardines diseñados por diseñadores a escala humana (profesionales o idóneos), que hacen "vivo" un jardín.
Vivimos el jardín y el jardín está vivo, lo abandonamos...al poco tiempo es un hospital ¡o un cementerio!.
Vamos, los jardines son como las casas. Son hogares cuando los vivimos.

nfer dijo...

Vengo a defender los jardines de verdad, con o sin cipreses.
Los jardines "diseñados" entre todos los que pasaron por la casa.
Los jardines diseñados por diseñadores a escala humana (profesionales o idóneos), que hacen "vivo" un jardín.
Vivimos el jardín y el jardín está vivo, lo abandonamos...al poco tiempo es un hospital ¡o un cementerio!.
Vamos, los jardines son como las casas. Son hogares cuando los vivimos.