miércoles, julio 11, 2007

EL DÍA QUE LA CALLE CORRIENTES SE VISTIÓ DE BLANCO


Ochenta años sin verte y hoy esparces una nívea capa de resplandor sobre mi cuerpo de invierno y hoja apagada.
El aire se ha vestido de hielo y yo me he convertido en un dulce de leche.


Hoy, bajo los copos blancos, hay un Buenos Aires que baila un tango albino... Cuatro por cuatro, al compás de la nieve al caer.

1 comentario:

CATI COBAS dijo...

Preciosa esta mini dedicada a mi Buenos Aires...Ojalá algún día (pronto) puedas transitar Corrientes de mi mano. Cati