
Era demasiado temprano cuando el bus hizo su primera parada. Subieron Abel y su hermano; Abel de unos doce años y su hermano no más de tres. Su tez era la del chocolate claro y la noche en sus ojos; en el lóbulo de sus orejas, una diminuta perla. Según pasaron por mi lado dando tumbos dejaron una estela de jabón y agua. Abel quitó la mochila a su hermano y le sentó. El pequeño se aferró al pecho de su hermano mientras decía “Abel, tengo sueño, quiero ir con mami” y se puso a llorar. Un hombre que iba sentado delante de ellos se levantó. Los años en él habían crecido tanto que la edad ya estaba de regreso. Sin embargo, sus manos secas volvieron a ser fértiles: acariciaron el rostro de niño con la suavidad del terciopelo… Fuera llovía pero dentro del autobús brillaba el sol.
Que autobús más tierno.
ResponderEliminarHay que saber mirar.
Y tu sabes.
Besos.
Los años hacen más sabio de alma y cuerpo al que sabe mirar, sentir y vibrar. Hay tanto vegetal pululante que nos olvidamos de ser personas.
ResponderEliminarAhí va ese beso en este matutino sábado de cielo encapotado.
JULIO.
Del anterior:
ResponderEliminarBueno, es que tenemos que crear las cosas con cariño. Con nuestra personalidad, pero con cariño y con gusto... Claro, y como yo digo, por lo menos en mí, con mis limitaciones literarioa.
De este:
Quien no vea el sol en la oscuridad, es porque, o no quiere, o no le han enseñado a escudriñarlo.
Qué bonico!
Besicos.
En ese autobús todo era primavera. Hay espíritus que no envejecen su primavera se transforma en un cálido verano pero vuelven a florecer en cuanto el ambiente se torna un poco cálido.
ResponderEliminarUn beso
Lindisimo...mi muy querida Ma. Angeles.
ResponderEliminarAfuera...oscuro...mas adentro iluminado con el amor.
Un beso
Muy hermoso, mi querida amiga. Con tan pocas palabras tantas emociones... Un gustazo como siempre perderme entre tus letras. Un beso grande.
ResponderEliminarQue delicioso leerte querida.
ResponderEliminarEres un gustazoooo
Muchos besos querida
Sí, en el fondo siempre estan los pequeños detalles que van transcurriendo a nuestro alrrededor, abramos los sentidos a la ternura humildemente y sentiremos lo que tú, en ese bus.
ResponderEliminarMuy bonito
Estás en los pequeños detalles. Que son los grandes.
ResponderEliminarUn beso.
Bellisímo...digno de tu sensibilidad y tu maravilloso modo de mirar el mundo.
ResponderEliminarUn beso
El día que no pase nada en tu querido bus es que han cerrado la línea. Tus relatos siempre tan preñados de humanidad.
ResponderEliminarBesos de día cargado de tareas absurdas.
Un besazo muy fuerte... saber mirar y ver.. y sentir es sólo para los sensibles.
ResponderEliminarNo hacen falta muchas palabras para escribir un relato tierno, redondo y perfecto. Enhorabuena Maria Angeles
ResponderEliminarUn beso
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